La gestión de contratos o «contract management» es una disciplina esencial en cualquier proyecto, y su efectividad puede depender en gran medida del marco legal bajo el cual se opera. Los sistemas jurídicos predominantes a nivel mundial son el Common Law y el Código Civil, cada uno con características distintivas que influyen en la redacción, interpretación y ejecución de contratos. En este post, exploraremos las diferencias clave entre estos dos sistemas y cómo impactan en el contract management.
1. Orígenes y principios básicos
Common Law: El Common Law, originario de Inglaterra, se basa en gran medida en precedentes judiciales o jurisprudencia. Esto significa que las decisiones tomadas en casos anteriores guían la interpretación de contratos en casos futuros. El Common Law otorga una gran importancia a los contratos escritos y a las cláusulas expresas, y en menor medida a los principios generales.
Código Civil: El Código Civil, en cambio, se originó en Europa continental y se basa en un conjunto codificado de leyes. Aquí, los contratos se interpretan en función de principios generales establecidos en un código legal, y menos en base a casos anteriores. Este sistema otorga más peso a la intención de las partes y a la equidad en la interpretación de los contratos.
2. Redacción y detalles contractuales
Common Law: En los sistemas de Common Law, los contratos tienden a ser más extensos y detallados. Dado que el sistema depende mucho de lo que está expresamente escrito, las partes suelen incluir cláusulas que cubren una amplia gama de escenarios posibles. La falta de un detalle específico puede dejar una parte vulnerable si surge una disputa.
Código Civil: En los sistemas de Código Civil, los contratos suelen ser más breves y concisos. Esto se debe a que muchos aspectos de la relación contractual ya están regulados por el código legal, y no es necesario detallar cada posible eventualidad. Las partes confían más en la aplicación de los principios generales del código para resolver disputas.
3. Interpretación de contratos
Common Law: En Common Law, la interpretación de los contratos se centra en el texto literal y en la intención objetiva de las partes, tal como se refleja en el documento contractual. Los jueces tienen un papel limitado en la interpretación, y tienden a adherirse estrictamente a las palabras empleadas en el contrato.
Código Civil: En Código Civil, la interpretación tiende a ser más flexible, teniendo en cuenta la intención subjetiva de las partes y el contexto en el que se celebró el contrato. Los jueces tienen un mayor margen para interpretar los términos contractuales en función de los principios de buena fe y equidad.
4. Resolución de disputas
Common Law: La resolución de disputas en Common Law suele ser adversarial, con un enfoque en las pruebas presentadas y los precedentes judiciales. Los litigios pueden ser largos y costosos, pero las partes también pueden recurrir a la mediación o el arbitraje.
Código Civil: En los sistemas de Código Civil, la resolución de disputas puede ser más rápida, ya que el juez juega un papel más activo en la búsqueda de una solución equitativa. La mediación y el arbitraje también son opciones, pero el proceso judicial es generalmente menos costoso y más expedito que en Common Law.
5. Flexibilidad y adaptación
Common Law: El Common Law es más flexible en cuanto a la adaptación de contratos, permitiendo que las partes renegocien y modifiquen términos fácilmente, siempre que lo hagan por escrito. Sin embargo, esta flexibilidad también significa que los contratos pueden ser interpretados de manera más estricta.
Código Civil: El Código Civil es menos flexible en algunos aspectos, ya que los principios codificados pueden restringir la libertad de las partes para modificar los contratos. No obstante, este sistema también ofrece mayor protección en situaciones donde una parte podría aprovecharse de la otra en la renegociación de términos.
Conclusión
La elección entre un sistema de Common Law y Código Civil puede tener un impacto significativo en la gestión de contratos. Mientras que el Common Law enfatiza la precisión y el detalle en la redacción contractual, el Código Civil se apoya en principios generales y una mayor flexibilidad en la interpretación. Para los profesionales de contract management, entender estas diferencias es clave para redactar, negociar y gestionar contratos de manera efectiva, asegurando que las obligaciones y derechos de las partes estén claros y protegidos bajo el marco legal correspondiente.